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Las crisis de pánico, los trastornos de ansiedad, depresión, fobias, adicciones


Dentro del marco del yoga terapéutico uno de los lugares donde mas asistencia puede dar el yoga es en los trastornos de ansiedad, dentro de los cuales las famosas crisis de pánico se ubican en un lugar de privilegio. Es demasiado frecuente que esta sea una de las razones por las cuales se nos solicita yoga a domicilio ya sea para niños o adultos. Por haber vivido esto en carne propia y haberme sanado por completo con yoga es que puedo hoy contar desde la vivencia personal de que modo fue que el yoga me ayudo a superarlo y cuales fueron los aprendizajes acerca de ello, sin duda el poder ayudar a otros después creo que uno de los mayores sentidos.
Por eso no voy a apelar a definiciones psiquiátricas o psicológicas sino a mi propia vivencia.
La primera crisis de pánico ocurre de un modo dramático como una descompensación nerviosa, donde el sistema de alarma se desata como si hubiera un peligro cuando no hay nada. Nos hiperventilamos, y llegamos a algo así como una convulsión donde no podemos dominar al cuerpo, sudor frio, sensación de morir ahí mismo, de falta de aire (cuando en verdad nos sobra) un susto muyyyyy grande!!!
Ese susto grande es tanto, que luego tenemos miedo de que vuelva a ocurrir y lo que podría haber sido solo un evento aislado se transforma en crisis de pánico recurrentes solo por miedo a que nos vuelva a pasar. Las siguientes jamás son tan dramáticas como la primera. Las siguientes las provocamos nosotros mismos con nuestro temor.  Es una cadena de la que parece difícil zafar, como un círculo vicioso. Luego empezamos a asociar esas crisis con los lugares donde las hemos tenido y empezamos a evitar salir, buscamos nuestros lugares seguros, estar en compañía, etc ahí es que aparecen por ej las agorafobias, y demás fobias que son rechazos patológicos injustificados de ciertas situaciones o contextos.
Si bien no hay soluciones mágicas para todos, te puedo contar cual fue mi solución mágica y se llama RESPIRACION PRANICA O RESPIRACION DEL AMOR. Efectivamente el amor es lo opuesto al miedo. Si respiramos amando, enamoradas es absolutamente inviable el miedo. Y cuando el miedo desaparece empiezan a desaparecer todas las reacciones desmedidas a nivel psico-neurologico y endocrino provocadas por el mismo.  Por eso esta es la premisa. Respirar lindo. Al inicio además se trabaja con mucha relajación, música suave, como para volar, etc Pero como además es muy común que además de los trastornos de ansiedad nos vengan síntomas depresivos por estar viviendo esta situación tan inhabilitante, encima debemos trabajar la depresión. Llorar, llorar es bueno, libera. Permitirnos llorar. Luego de que llevamos un proceso de relajación-entrega- confianza- amor  intenso ( un mes por lo menos pero eso puede variar en cada persona) es que podemos pasar a la fase de fexibilizacion corporal-mental y mas adelante pasamos a la fase de energizacion. Todo esto se consigue con diversas estructuras de clases de yoga donde priman diversos aspectos. 
Con amor
Jianax 



Mudrás. Significado y función, Parte 1ª


La palabra Mudrá significa literalmente "sello", son gestos corporales utilizados en Yoga,  Meditación y danzas de tradición Hindú como de otras culturas, que constituyen poderosos mensajes dirigidos desde la mano o el cuerpo hacia nuestro ser físico, psícológico y espiritual. Los mudrás pueden ayudar a equilibrar la energía que fluye por las Nadis (canales) que nutren nuestros órganos internos. Con su práctica se puede también conseguir estados específicos de consciencia. Asimismo, ayudan a eliminar los pensamientos negativos.

No solamente es un símbolo aquello que decimos, sino también la manera, la entonación y la forma en que hablamos, la postura de nuestro cuerpo, nuestros gestos, nuestras expresiones...Somos el propio símbolo de nosotros mismos.



Todo lo que constituye nuestro ser, habla, igual que todo espacio, su forma, sus colores. Los símbolos se refieren a la dimensión simbólica de la conciencia, la facultad de expresión y de comprensión del sentido de nuestro espíritu. A su vez, los Mudrás estimulan determinados ámbitos de nuestro cerebro o de nuestra alma y ejercen sobre ellos la influencia que les corresponde.

Los mudrás pueden definirse como gestos "neuro musculares". Esto significa que cada ser humano ha adoptado o adopta sobre la marcha una serie de gestos que le servirán para estar más seguro de sí mismo. Nuestro cuerpo es un Universo que expresa su energía sin cesar. Dentro y fuera de este Universo hay órganos que pueden expresar sus posibilidades a través de los gestos que nosostros realizamos para un determinado fin.

Cuando estamos abrazando a otro ser para darle ánimo o expresarle nuestro cariño, estamos aplicando un Mudrá que está directamente conectado a nuestro cerebro y al de la otra persona. El hecho de entrar en contacto genera bienestar por ambas partes, ya que existe un emisor y un receptor emocional.

Ocurre igual cuando queremos sentir la capacidad de sensibilidad que tienen nuestros dedos en comunicación con el cerebro. Intenta pasar la yema del pulgar, con suavidad y cariño, por la yema de los demás dedos y observarás la sensación de bienestar y de seguridad interna que produce este ejercicio. Cuando aplicamos un Mudrá a otra persona o le recomendamos que lo ejerza a diario, verá que en poco tiempo mejorara su capacidad de su autoestima y saldrá de ese estado psíquico negativo, beneficiándose de su propia energía.

Anjali Mudrá:



Anjali significa "ofrecimiento" y el Anjali Mudrá se acompaña con frecuencia de la palabra Namasté. Este gesto se encuentra también en ciertos asanas-en Tadasana (postura de la montaña), antes de realizar Surya Namaskar, o en las posturas de equilibrio como Vrksana (postura del árbol). Esta posición sagrada con las manos se encuentra en toda Asia.

El Anjali Mudrá es uno de los cientos de mudrás que se utilizan en los rituales Hindúes, en las danzas clásicas y en el Yoga. Consumado saludo Indio, Namasté se traduce frecuentemente como "reverencio la divinidad de tu interior desde midivinidad interior". Este saludo es la esencia de la práctica yóguica de ver al Divino en toda la creación. Por ello se ofrece de igual modo a las deidades, a los maestros, familiares, amigos, desconocidos, ríos sagrados y a los árboles.



Cuando  se llevan las manos unidas al centro de tu ser, se conectan literalmente los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro. Se trata del proceso yóguico de unificación, la unión de la naturaleza activa y la receptiva. Desde la visión yóguica del cuerpo, el corazón espiritual o energético se visualiza un loto en el centro del tórax. Anjali Mudrá alimenta elcorazón de ese loto con la consciencia, alentándolo suavemente para que se abra como hacen el agua y la luz con una flor.

El Mudrá debe iniciarse sentándose en una postura cómoda. Mantener la columan recta desde la pelvis y extender las vértebras del cuello inclinando ligeramente la barbilla. Después se unen las palmas de las manos y se llevan lentamente al centro del tórax, como si se quisieran recoger en el corazón todos los recursos que uno tiene.

Se repetirá el movimiento varias veces, meditando con las propias metáforas para reunir el lado izquierdo y el derecho de uno mismo-lo masculino y lo femenino, la lógica y la intuición, la solidez y la ternura-en un todo. Ahora, para poner de manifiesto la fuerza que conlleva la imposición de las manos sobre el corazón, intentaremos llevar las manos a un lado o al otro de nuestro centro y luego haremos una pausa. ¿No sentimos un ligero desequilibrio, como si el centro de gravedad se hubiera movido? Después, volviendo de nuevo al centro, percibimos lo grato que es estar en la línea central, como si un imán nos condujera al núcleo.



Suavemente, nos tocamos el esternón con ambos pulgares como si fuera el timbre que abre la puerta de nuestro corazón. extiende los hombros para expandir el tórax. percibe el espacio que se forma bajo las axilas cuando alineas los codos con las muñecas; si permaneces así un tiempo, sentirás la experiencia del gesto. Cambia el talente y la consciencia..

A continuación, imagina que estas empezando a hacer Yoga-o caulquier actividad en la que se tiene que estar centrado y consciente de que el estado interior propicia una nueva experiencia. Vuelves a realizar Anjali Mudrá,pero esta vez separas ligeramente las palmas de las manos, como una copa, de modo que parezca el capullo de una flor del loto.



En función de tu orientación espiritual, se puede plantar metáforicamente una semilla de oración, afirmación, o bien forjar una idea, como "paz", "claridad" o "vitalidad", en el interior de Anjali Mudrá. Baja la barbilla hacia el pecho y percibe un sentimiento de humildad y recogimiento con el que iniciar el ejercicio que deseas hacer. Es importante que este Anjali U ofrecimiento sea sincero hacia elpropio yo, así será más efectivo y elevará nuestro espíritu.

En este gesto, uniremos mente (consciencia), sentimiento (corazón) y acción (cuerpo). Cuando percibas que la invocacción se ha completado, eleva los dedos a la altura de la frente Ajna Chakra, y nos detendremos a sentir el efecto calmante del contacto. Vuelve a dirigir las manos al centro para llevar la intención al interior del corazón.


Anjali Mudrá puede realizarse en cualquier momento, así como al inicio de cualquier tarea que uno considere importante. Es un método antuquísimo que ayuda a los seres humanos a recordar el regalo de la vida y a usar el regalo sabiamente, es casi tan antiguo como el principio de los tiempos.

Es rico en sentimiento, significado y esencia. En un momento de suma simplicidad, por medio de Anjali Mudrá, nos veremos transportados a la eternidad.



El origen de los mudrás sigue rodeado de misterio. Se encuentran en todo el mundo y se han utilizado durante siglos. Los mudrás están en la vida diaria, en la religión, en la danza, en el arte, e incluso en el Tantra. Los Mudrás son extremadamente importantes en la iconografía budista y en la hindú. Su siginificado es a la vez esotérico, son también una importante ayuda para identificar a los budas, a los bodhisattvas y a las deidades.

Algunos Mudrás:

Abhaya Mudrá: de la bendición o de protección, la mano derecha se levanta a nivel del hombro con la palma hacia fuera.



Vitarka Mudrá: de la enseñanza. La mano derecha se eleva a la altura del corazón con la palma hacia fuera. El pulgar y el índice forman un círculo. Señalando hacia abajo, la mano izquierda queda hacia fuera o reposa en el regazo palma hacia arriba.




Dharmachakra Mudrá; de la rueda o del Dharma (enseñanza). Las manos se elevan a la altura del corazón,los pulgares y los índices de cada mano forman un círculo que se toca entre sí. La mano izquierda mira hacia dentro; la derecha hacia fuera.


Bhumisparsha Mudrá; mudrá de tocar la Tierra (también llamado "testigo de la Tierra). La mano izquierda descansa en el regazo con la palma hacia arriba. La mano derecha descansa con la palma hacia abajo sobre la rodilla derecha con los dedos hacia la Tierra.


Dhyani Mudrá; Mudra de la meditación. Las dos manos se juntan en el regazo  con las palmas de las manos hacia ariiba. El dorso de una mano (generalmente la derecha) descansa sobre la palma de la otra, la punta de los pulgares se tocan ligeramente. Hay diversas variedades de este gesto.


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